martes, 27 de agosto de 2013

LA MENDICIDAD POR BANDERA

Presido un club que con el paso del tiempo me genera una sensación de desamparo y abandono, no por quienes lo integramos, no, sino por quienes nos rodean.
Me explico, la temporada pasada tuvimos que abandonar las instalaciones donde veníamos desarrollando la práctica del fútbol desde hacía 50 años, debido a la situación ruinosa de las mismas, y se procedió a un exilio necesario, solicitando amparo y asilo al Ayuntamiento de Gijón y a la RFFPA, para poder utilizar las instalaciones de la federación en Roces, que nos fueron concedidos, no gratuitamente, pero agradecemos la ayuda prestada.
Las dificultades para entrenar, que no para jugar los partidos oficiales fueron máximas, disponiendo en algunas categorías de horarios impropios, pero se aceptó.
Esta temporada seguimos en el exilio necesario, y queremos seguir desarrollando nuestra actividad desde un orden y organización, propio de lo que debe ser un club de fútbol base, pero la situación no solo no tiene visos de mejorar, sino todo lo contrario, porque cada día existen más equipos que pretenden utilizar las instalaciones federativas, que siguen siendo las mismas.
Comprendo las necesidades de cuantos están como nosotros, sin instalaciones, pero no por ruina, somos el único club de Gijón en esta situación excepcional. No comprendo las necesidades de quienes las tienen, nosotros mientras estuvimos en San Martín, nunca utilizamos otras instalaciones que no fueran las nuestras, salvo casos puntuales de imperiosa necesidad.
Soy consciente del trastorno que a los otros clubes que ya desarrollaban su actividad en los campos federativos, puede causar un  club con nueve equipos de campo y que abarca todas las categorías desde alevines a juveniles, que además conlleva necesariamente una conciliación de horarios entre entrenamientos y estudios, difícil de establecer.
No quiero ser injusto y si lo más respetuoso posible con todos los que compartimos los campos federativos; pero me surgen tantas dudas en algunos casos, verbigracia ¿deberían compartir campos los clubes federados con quiénes no lo están?...se deberían establecer criterios objetivos de prioridades consensuados con todos los clubes.
Llegados a este punto, existen dos soluciones, como decía al principio: una, ABANDONAR, otra, SEGUIR SIN INSTALACIONES, y haciendo honor al título de esta entrada, mendigar temporada tras temporada, eso si pagando por mendigar, que incongruencias nos plantea la vida.
Finalizo igual que comencé, con la misma sensación...de desamparo y abandono...

No hay comentarios:

Publicar un comentario