viernes, 4 de octubre de 2019

FÚTBOL BASE ESE OBJETO DE DESEO

¿Es el fútbol base un objeto de deseo? lo es, sencillamente por la amalgama de personas que acceden desde perspectivas distintas y diría en algunos casos, desde la osadía más vergonzosa.
Después de muchos años en este mundo del fútbol base, y en la creencia de que este deporte debería haber tenido otro desarrollo, pero lo impiden muchos factores, me encuentro con personas que desde el más absoluto desconocimiento se ponen al frente de los clubes como directivos, otros materializan las labores de formación y desarrollo de los jugadores, desde una ignorancia supina y causa vergüenza ajena, al observar como desarrollan su trabajo, que incluso pudieran atentar contra la salud de los jugadores.
Decía tiempo atrás en una entrevista en el diario La Nueva España, que el fútbol base está enfermo desde hace muchos años, anclado en el tiempo, con directivos ineficientes por desconocer las mínimas obligaciones y asumiendo unas responsabilidades desde la más absoluta ignorancia, pero con un factor que lo aprovechan muchos y que no es otro que el dinero (sobremanera ese que denominamos negro), en muchos casos sustento y en otros sobresueldo de directivos, entrenadores, jugadores, vamos viendo que el fútbol base es un preciado objeto para muchos con fines espurios. 
Las Instituciones, Federaciones y Consejerías de Deportes, no han sabido darle el trato adecuado desde sus competencias y eso ha redundado negativamente.
El fútbol, y en concreto el de base, es el único deporte donde te puedes encontrar con lo inimaginable, y lo curioso es que los padres, no olvidemos que estamos tratando con menores, que deberían ser exigentes en tener a las personas más y mejor formadas para que enseñen a sus hijos, en lo único que reparan es en que sus hijos jueguen, pero no en el como deben hacerlo y en que condiciones.
Hay una parte en todo este entramado, que raya la asquerosidad, y que apuntaba antes, cuando señalé lo del dinero, el negocio del fútbol base. Un negocio que no solo abarca lo que los clubes destinan a su propia existencia, entre otros menesteres, mantenimiento, equipamiento, personal técnico, jugadores, directivos, comisiones por captación, venta de material deportivo, tanto directa como indirectamente. 
¿A qué conduce esta situación? ...a crear mercenarios del fútbol base (que para ellos habrá otra entrada en su momento) gente despiadada, carente de sentimientos, que solo consideran a los menores como mercancía de cambio, los menores son un número con un valor económico, a razón del precio de la cuota, valen más o menos, sin considerar sus cualidades personales y familiares primeramente, y sus habilidades futbolísticas después. 
El fútbol base se ha convertido en un negocio, prescindiendo de las más elementales pautas para conseguir educar a los menores en el ámbito deportivo, solo es importante tener y a cualquier precio. La situación es preocupante, y reconociendo que si hay personas preparadas, formadas y con otras inquietudes que realizan una labor encomiable por la educación, formación y desarrollo de los menores, que los hay y muy buenos.
Depende de todos los que estamos cambiar radicalmente a un fútbol base sostenible...o que siga como hasta ahora...