lunes, 29 de abril de 2013

FINAL TEMPORADA

Estamos llegando al final de la temporada, y ya comenzó la siguiente. ¿Hacia dónde estamos dirigiendo el fútbol base?. ¿Estamos capacitados para darle a este fútbol un sentido propio?. A la primera cuestión, al camino equivocado, a la segunda, no.
Los intereses aparecen por todos los lados y son diversos, los de los organismos institucionales, los de los clubes, los de los "profesionales", los de los jugadores junto con sus padres etc...Intereses que suponen una amalgama. Mientras esos intereses no se concilien debidamente, las cuestiones que planteo no pueden tener otra respuesta.
 

REAPARICIÓN

Hace tiempo que no escribía a través de este blog. Quiero retomarlo para seguir opinando sobre todo lo que pasa en el mundo del fútbol.
Esta semana pasada han sucedido cosas en el club, que no debo dejar de mentar y criticar, aunque desde la responsabilidad propia, sienta vergüenza, pero que quiero reflexionar desde la serenidad.
Todos somos conscientes que las relaciones personales en la sociedad que vivimos son difíciles, y el fútbol como parte integrante de la misma, no está excluido.
Los padres debemos ser ejemplo para nuestros hijos, en lo que respecta a las normas básicas de convivencia, y por momentos no lo logramos, viendo el comportamiento de muchos chavales en el ámbito donde conviven y sus reacciones hacia los demás.
Sin embargo, lejos de reprobarles por su conducta, algunos padres los amparan, lo que hace mucho más difícil la relación dentro de un equipo.
Quienes nos dedicamos a esta labor, la realizamos porque nos gusta, y a su vez, pretendemos transmitir a los chavales que tengan la misma ilusión y afición por jugar al fútbol, que nosotros porque lo hagan.
No podemos ni debemos tolerar comportamientos despectivos, agresivos incluso, comportamientos que no solo los manifiestan en ocasiones los chavales, sino también los padres, lo que ya resulta insoportable.
No hay nada más grande, actualmente, que la libertad de elegir lo que cada uno quiera, tanto para si mismo, como para sus hijos. Si no somos capaces de actuar y elegir desde esa libertad, no somos nada, estamos vacios de contenido, y lo más preocupante, tenemos que justificar nuestras carencias, empleando la violencia, lo que nos convierte en auténticos cafres.
En la misma responsabilidad, a la que aludía anteriormente, estoy convencido que hechos como los de esta semana, nos deben indicar como debemos actuar ante estas situaciones y rechazar a todos aquellos que no quieran someterse a las reglas básicas de la educación, la disciplina y el respeto, que son insalvables.
Quiero concluir diciendo que nadie debe nada a nadie, y si no quieres estar donde estás, por el motivo que consideres, vete.