Casillas se presenta como candidato a Presidente de la RFEF, y uno se sorprende gratamente, sin pensar en nada ni en nadie, simplemente por el hecho de que haya otro candidato, nada habitual en los últimos 30 años.
La figura de Casillas a nivel personal no seré yo quien la valore, a nivel profesional como gestor o directivo es imposible por no haber sido otra cosa que futbolista, pero si es cierto que tiene una gran dimensión mediática .
De cualquier manera, el hecho en si es de gran trascendencia, se van a confrontar dos candidatos, falta saber sus programas.
Como en ocasiones anteriores, las elecciones se presentan con un halo de confrontación que creo superará a las anteriores. Ya salen informaciones de maniobras orquestadas desde el poder en apoyo del actual Presidente. También, parece ser que hay una plataforma que envía a los clubes correos electrónicos para que no se vote a Rubiales.
Sean quienes sean los candidatos, el fútbol necesita un cambio radical en toda su organización y gestión.
Este año 2020 será trascendente para el fútbol, es probable se celebre el juicio del caso Soule, que cada día aumenta la investigación, con unos cuantos implicados que están dirigiendo los designios federativos y que tendrá consecuencias que en nada favorecerán al fútbol, la mutualidad intervenida por una mala praxis que raya lo delictivo.
La carrera hasta el nombramiento del Presidente, será, me inclino a pensar, como en anteriores elecciones, bordeando la legalidad, y al límite del reglamento, valga la expresión ya que estamos hablando de fútbol, para que nadie se ofenda, pese a que durante años han venido consiguiendo los votos de los asambleístas con unas prácticas nada ortodoxas, y eso si lo puedo afirmar, por haber sido protagonista de ello.
A pesar de las irregularidades respecto a la mutualidad, de todos los procesos judiciales donde están investigados directivos actuales de la RFEF y Federaciones Territoriales, cómo es posible que se mantengan en sus cargos y sigan dirigiendo los destinos de las federaciones.
Algunos, con un sentido de la perpetuidad, ya han abierto la carrera electoral, y otros en su fuero interno lo tienen previsto también, pese a estar salpicados de dudas.
El fútbol necesita una regeneración en todas sus estructuras.
Como en ocasiones anteriores, las elecciones se presentan con un halo de confrontación que creo superará a las anteriores. Ya salen informaciones de maniobras orquestadas desde el poder en apoyo del actual Presidente. También, parece ser que hay una plataforma que envía a los clubes correos electrónicos para que no se vote a Rubiales.
Sean quienes sean los candidatos, el fútbol necesita un cambio radical en toda su organización y gestión.
Este año 2020 será trascendente para el fútbol, es probable se celebre el juicio del caso Soule, que cada día aumenta la investigación, con unos cuantos implicados que están dirigiendo los designios federativos y que tendrá consecuencias que en nada favorecerán al fútbol, la mutualidad intervenida por una mala praxis que raya lo delictivo.
La carrera hasta el nombramiento del Presidente, será, me inclino a pensar, como en anteriores elecciones, bordeando la legalidad, y al límite del reglamento, valga la expresión ya que estamos hablando de fútbol, para que nadie se ofenda, pese a que durante años han venido consiguiendo los votos de los asambleístas con unas prácticas nada ortodoxas, y eso si lo puedo afirmar, por haber sido protagonista de ello.
A pesar de las irregularidades respecto a la mutualidad, de todos los procesos judiciales donde están investigados directivos actuales de la RFEF y Federaciones Territoriales, cómo es posible que se mantengan en sus cargos y sigan dirigiendo los destinos de las federaciones.
Algunos, con un sentido de la perpetuidad, ya han abierto la carrera electoral, y otros en su fuero interno lo tienen previsto también, pese a estar salpicados de dudas.
El fútbol necesita una regeneración en todas sus estructuras.
