lunes, 15 de septiembre de 2014

¿QUÉ DEBEMOS ESPERAR?

CARTA ABIERTA
A LA ILMA. SRA. ALCALDESA DEL AYUNTAMIENTO DE GIJÓN

Estimada Doña Carmen Moriyón:

Hace ya varios meses, se aprobó el proyecto de construcción de un campo de hierba artificial, así como la iluminación y vestuarios en el Municipal de Lloreda, que dará un servicio completo a los clubes que se ubicarán en dicha instalación. Proyecto financiado por los fondos FEDER.  

En el mes de junio, nos reunimos una representación de la AD LLOREDA y del VERIÑA CF con representantes del  Ayuntamiento de Gijón para perfilar detalles del proyecto, paso previo al inicio de las actuaciones.

Desde junio no hemos vuelto a tener noticias oficiales y precisas de la situación del proyecto y demás trámites consiguientes para la realización de la obra.

Siendo consciente que los trámites administrativos son farragosos y casi siempre dilatorios, pero aún así, y considerando que la actuación a realizar no es de gran magnitud, se está perdiendo un tiempo precioso y necesario, el tiempo pasa y la obra está sin realizar, se han perdido unos meses durante la temporada estival que hubieran acelerado el proceso de ejecución de la obra.

El tiempo discurre, y seguimos expectantes sin concretar plazos de ejecución, y desconocemos si se han puesto en marcha los mecanismos precisos para iniciar las obras de manera inmediata y que se puedan finalizar a final de año.

Se había planteado, más bien rogado, por parte de ambos clubes, dadas las necesidades actuales, un periodo de ejecución que no superara el año 2014, y así poder utilizar las instalaciones cuando comenzase la segunda vuelta de la temporada 2014/2015.

Ante esta incertidumbre nos vemos obligados a instarle y poner en su conocimiento esta situación.

Desde el más absoluto respeto, le pregunto...¿Qué debemos esperar?...


Gonzalo Llano (Presidente del VERIÑA C.F.)






martes, 9 de septiembre de 2014

GESTIÓN CAMPOS DE FÚTBOL MUNICIPALES

¿Llegó la hora de cambiar la gestión de los campos de fútbol municipales?...la contestación debe ser afirmativa.

He expuesto mi criterio y postura en muchas ocasiones tanto en público como en privado.

Las instalaciones, los campos de fútbol municipales, son patrimonio del Ayuntamiento y por ende de los ciudadanos de Gijón.

Gijón, a través de sus instituciones con competencia en el deporte, ha implantado a lo largo de los años un modelo de gestión privada de lo público que ha generado anarquía e insolidaridad, que ha conducido a provocar desigualdades entre los clubes por la concesión ilegal, sin ninguna legitimidad jurídica, de las instalaciones de propiedad municipal para un uso y disfrute privado de lo público, y lo que considero más grave, permitiendo la explotación privada y sin reversión alguna de todos o parte de esos beneficios, a las arcas municipales.

Existen en la actualidad numerosos campos municipales distribuidos por la ciudad. Desde el sentido común, debería iniciarse un proceso de cambio en la gestión, que pasaría a ser pública, debiendo ser el Patronato Deportivo Municipal el gestor y el elemento integrador de la asignación de los espacios, y que conllevara un reparto equitativo entre todos los clubes de la ciudad. Esto no es ninguna novedad, véanse como se gestionan otras instalaciones deportivas en la ciudad.

En gran número de ciudades de la geografía española, me atrevo a decir que Gijón es excepción, se ha optado por una gestión pública de sus campos de fútbol municipales, consiguiendo que todos los clubes de fútbol de las distintas ciudades tengan su espacio para realizar su actividad deportiva, situación que no ocurre en Gijón.

¿Cuál es el modelo?...la gestión pública que permita el acceso a los campos de fútbol municipales en igualdad de condiciones para todos los clubes de la ciudad.

¿Qué legitimidad tienen los clubes de fútbol que actualmente gestionan campos municipales?...Ninguna...

Lo instituido, desde mi punto de vista adolece de cobertura legal, se dispone de lo público en beneficio privado en una ilegitimidad manifiesta, por ello el cambio en la gestión es necesario por hechos y por derechos.