En un club se aúnan una serie de componentes, imprescindibles para su funcionamiento, groso modo, jugadores, técnicos, directivos, socios y padres, de mayor a menor importancia.
Cuando se invierte la jerarquía comienzan a surgir problemas por el desorden que se genera.
Los padres pasan de ser padres a directivos, queriendo ser partícipes de la gestión y organización de los diversos equipos que componen un club, objetando a los entrenadores, o bien, siendo partícipes de sus decisiones, con lo que la cadena jerárquica se quiebra.
Los directivos dejan de ser gestores del club y condicionan su actuación y toma de decisiones a lo que planteen los padres, en otro caso, estos se marchan del club con sus respectivos hijos, ayudados por la postura de los entrenadores a quienes siguen por afinidad.
"LOS PÁJAROS DISPARAN A LAS ESCOPETAS"