Hoy he leído el comunicado emitido por Miguel Ángel Galán, candidato a
la Presidencia de la RFEF, renunciando a la elección y retirando su
candidatura.
El contenido es demoledor, pero no voy a entrar en detalles ni análisis que
me parece innecesario por lo en él manifestado y con tanta contundencia.
Elogio su valentía para oponerse a lo establecido, con un programa real
y ejecutable, pero a quien el tiempo le ha jugado una mala pasada, digo el
tiempo, porque el inicio de su carrera a la Presidencia lo fue cuando debía,
pero la dilación en convocar las elecciones del Presidente de la RFEF con
el beneplácito y poca contundencia legal del CSD, pese a estar legalmente
definidos los plazos para convocar no ha favorecido a su candidatura.
Es necesario considerar en medio de este proceso situaciones alarmantes
y preocupantes en un estado social y democrático derecho.
Una de las situaciones que te encuentras ante unas elecciones, en este
caso a la RFEF, es un sistema electoral limitativo o
en el argot popular "a la carta".
El fútbol español con una dimensión social y deportiva considerable, elige a
su Presidente con el voto de 180 asambleístas, de los cuales 20 ya lo
son "per se", Presidente y Presidentes Territoriales. El
resto se compone por clubes, futbolistas, entrenadores y
árbitros. "ININTELIGIBLE" y cuando lo adjetivo así, es porque lo
es. Sin profundizar en lo farragoso que resulta el proceso electoral y su
ejecución.
Saben lo que ocurre cuando dichos sistemas de elección son reducidos al
mínimo exigible, que manipular resulta más sencillo por quienes ostentan el
gobierno de las Federaciones, y lo estamos viviendo en este proceso
electoral con prácticas que rayan la ilegalidad, como está sucediendo con
la solicitud de inclusión en el censo especial de voto no presencial de
los futbolistas, entrenadores y árbitros, que las Federaciones Territoriales
gestionan por aquellos.
Como anécdota, un día escuché a un Presidente de una Territorial decir como
argumento para fijar un número determinado de asambleístas "que
se reducía el número porque a las asambleas iba poca
gente"... "DEMOLEDOR" el argumento y con un gran talante
democrático.
Hablo con mucha gente del fútbol a diario, me transmite sus
inquietudes, que a su vez se vuelven en preocupaciones e incluso en miedo
a ir contra lo establecido, hay que entender, que a pesar de su
convencimiento, el miedo les impide dar pasos en otro sentido…
Permítanme para terminar, una frase que a su vez sirva de reflexión, "En
la vida se pierde más por miedo que por intentar"...
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