El fútbol español, vive en una polémica constante, y continua, gracias al esquema implantado políticamente, y ejecutado por el "Magister" (Javier Tebas), que no sólo gobierna el fútbol profesional, sino que ahora es vicepresidente de la RFEF, para ejercer el poder de manera omnímoda. El CTA depende de la RFEF, y sus servicios son pagados por la Liga, que los contrata, lo cual le da un aire de independencia ficticia, porque es todo lo mismo, pero impuesto de esta manera para salvaguardar de la polémica a quien lo impone.
Los clubes soberanos, obviamente, son Real Madrid y Barça. Ambos juegan otra liga, y desde esa superioridad manifiesta de poder, con rasgos comunes y otros que no lo son tanto, dominan en los distintos foros futbolísticos. Esa posición de ambos, incomoda y mucho al "Magister".
Los medios de comunicación están al servicio de ellos, con sus diferencias geográficas, que influyen a nivel nacional, pero la influencia del Real Madrid es superior a la del Barça, salvo en Catalunya.
El error humano es consustancial a la propia persona en cualquier faceta de su vida, pero lo que está pasando con el arbitraje español, supera con creces al error humano, está en el rango de la manipulación, y con una estructura propia para que así suceda.
Hay que destacar, que todos los integrantes de la organización, llamada, La Liga, son conocedores del entramado, que implica asentir y consentir, porque la mayoría subsiste gracias a los ingresos que reciben de su organización, salvo REAL MADRID y BARÇA.
Las reglas del juego están trazadas, y a quien se levante, lo hacen caer "ipso facto".
Otro fútbol cabe, pero con otros parámetros, sin duda. Existen demasiados intereses, que conminan a los propietarios y dirigentes de los clubes a tragar y pasar por lo que decidan por ellos.
El futuro está marcado, y si no se pone coto a todo lo que está sucediendo, caerá por su propio peso, y eso lo sabe el "Magister".
De los políticos, mejor ni mencionarlos, son de una inutilidad manifiesta.